Declaración de intenciones

No hay intenciones: Este es nuestro recorrido salvaje hasta que vemos brillar el sol, nuestro crimen y castigo nos obliga a confesar lo que está ocurriendo en Barcelona, porque realmente algo está pasando. Nuestra experiencia cabalgando por los distintos bares de la ciudad ha sido fulminante. Ahora juzgamos y sentenciamos. Decimos qué sitios son los buenos, y cuáles son una puta mierda.
Convenceros de que para ser alternativo, hay que buscarse las alternativas.

Good luck.

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sábado, 16 de agosto de 2008

Rock and Roll

Nombre: Rock and roll
Zona: Distrito Orwell
Dirección: Carrer Escudellers, al lado de un bar todavía más jodido.
Acceso: L3 Drassanes

Horario: 19:30h.
Happy hour: Olvídalo, son tiempos duros para el metal.
Especialidad: Acumular mierda en los rincones.
Precio consumiciones: 7.-€.

Ambiente: Lo pillamos completamente vacío.

Entramos en el Rock and Roll del Distrito Orwell haciendo caso omiso a nuestro sexto sentido. Una tía gorda nos mira mal detrás de la barra. Por nuestra culpa tuvo que dejar de rascarse el sobaco. La vida a veces es muy cruel. La pocilga huele a ambientador rancio del Lidl, los pósters se caen solos y veo fotos de tíos con mallas por todas partes. La camarera nos gruñe para preguntarnos qué queremos aunque lo único que nos apetece por el momento es verla muerta. Pedimos unos martinis y parece que es la primera vez que le piden algo así, porque se extraña. Temo que la botella la olvidó junto a la de la lejía porque en este garito ni se limpia ni se bebe nada de esas cosas.
Según el metal eso es pecado.
Me quedo en la mesa preparando la crítica cuando el focón me llama para que recoja dos vasos de tubo medio vacíos. Ella no sirve en las mesas. Se cansa. Tampoco pone música: los altavoces están demasiado hechos polvo y no la aguantan ni a ella. Sólo puede sonar metal y para de contar. No te esperes ni a Alice Cooper. Estoy por largarme pero prefiero cumplir con mi cometido y el motivo por el cual nos dejamos caer por ese bar y soltar los doce euros más desgraciados de mi triste existencia: apurar las copas mientras nos dedicamos a despellejarla viva: La imagino en una reunión con su grupo de apoyo diciendo que se atragantó soñando que se ahogaba en una bañera llena de Xibeca, una masa adiposa reluciente cual cetáceo en una lata de aceite. No hace falta tener demasiada imaginación para eso. Los heavies nunca van a saber hacer negocio. Son demasiado auténticos y demasiado cutres también. Marcar estilo no es crear un bastión, y llevar un local es otra cosa muy distinta a lo que hace la gorda en el Rock and roll.
Que siga la música.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una pena que ensucien el nombre del "Rock and Roll" llamando así a ese tugurio...

Eli dijo...

A pesar de ser una entrada del 2009, este bar a dia de hoy, ha cambiado bastante

Miquel dijo...

Por suerte a los que no luchamos por ser alternativos nos tratan de puta madre en este bar. Si quereis ver el ambiente id mas tarde de las 19:00. Despues de 4 años viviendo en el barrio este es uno de los pocos sitios en los que no me tratan como a un puto ingles al que le van a robar la cartera en la salida. Si entrais y sois majos recibireis un trato amable y familiar. Para los snobs de Barcelona recomiendo otros bares de vuestra lista, si la de la guia turistica, solo os falta comprar tours de copas en Sant Jaume.

Unknown dijo...

No perdere el tiempo en mirar mas esta web, pero cuando el proposito es hacer criticas de un local, no hace falta faltarle a nadie .
Por tanto solo me queda añadir , que como criticos sois unos impresentables y eso le quita toda credibilidad a vuestra web !

Joanthrax