Declaración de intenciones

No hay intenciones: Este es nuestro recorrido salvaje hasta que vemos brillar el sol, nuestro crimen y castigo nos obliga a confesar lo que está ocurriendo en Barcelona, porque realmente algo está pasando. Nuestra experiencia cabalgando por los distintos bares de la ciudad ha sido fulminante. Ahora juzgamos y sentenciamos. Decimos qué sitios son los buenos, y cuáles son una puta mierda.
Convenceros de que para ser alternativo, hay que buscarse las alternativas.

Good luck.

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jueves, 31 de julio de 2008

Dora café

Nombre: Dora café
Zona: Eixample Gay (Punto G)
Dirección: Villaroel, 96:
Acceso: Metro L1 Urgell

Horario:
Happy hour: No.
Especialidad: El Dora
Precio consumiciones: 6-7.-€

Ambiente: Modernos de boquilla, tercera edad...

Impresión:

Nuku y yo estamos sentados en uno de los sofás del Dora mientras las camareras nos preparan el primer cocktail de la noche. Quién me iba a decir que alguien fuera capaz de abrir un establecimiento en el que solamente sonara ópera. Lo descubrimos casualmente hurgando entre revistas gratuitas de nuevas tendencias, pseudomodernos, eventos cool... casualmente queda a pocos metros del cine más cochambroso y desierto de Barcelona, el Meliès, ese en el que pasan películas raras y reposiciones en sepia, por lo que si no has entendido el argumento de los primeros films de Jean Luc Godard puedes reflexionar sobre el tema consultándolo con una buena copa. Todos los cócteles llevan nombres de óperas famosas o de sus protagonistas. Existen combinaciones bastante exóticas, algunas incluso un poco arriesgadas, pero no son demasiado fuertes. Lo que se persigue es que la gente pueda pasar un rato agradable dentro de una atmósfera diferente, nada más.


Por la pantalla de plasma dan el Barbero de Sevilla o La Flauta Mágica mientras uno puede estar fumando tranquilamente disfrutando del bel canto o dejarse llevar por una amable conversación en una atmósfera educada sin moverse del sofá. Es el intermedio perfecto para cualquier entreacto que se precie, una curiosidad sofisticada en uno de los distritos más caprichosos de Barcelona, el punto de inflexión donde decidir fríamente en qué sitio continuar la fiesta. Estáis en uno de los más conmovedores homenajes a un ser querido, la propietaria era la nieta de una reputada cantante lírica de esta ciudad que se llamaba Dora, y de ahí esa determinación en reflejar lo más amado del mundo de una persona que se dedicó por entero a conmover sobre los escenarios con su voz, una voz, que como todas las grandes, no se apaga.


martes, 29 de julio de 2008

Ovella Negra

Nombre: Ovella Negra
Zona: Centro | Poble Nou
Dirección: C/ Sitges 5 | C/ Zamora 78
Acceso: Renfe/Metro, Plaça Catalunya | Metro L1, Marina

Horario: 17:00h. - 03:00h.
Happy hour: y una mierda
Especialidad: Patatas fritas
Precio consumiciones: No salen a cuenta

Ambiente: Preadolescentes / Despedidas de soltero/a


Impresión:


Este sitio es una puta mierda.


People's Lounge

Nombre: People's Lounge.
Zona: Eixample Gay (Punto G).
Dirección: Villarroel, 71.
Acceso: Metro L1 Urgell.

Horario: 18:00h. a 2:00h./V y S hasta las 3:00h.
Happy hour: ?
Especialidad: Martini.
Precio consumiciones: 5.-€ (aún no te lo crees?)

Ambiente: De Ambiente. Y un ambiente de puta madre por cierto. Para gente que quiere estar tranquila tomándose una copa.



People are people. Dejémonos de prejuicios o nunca conoceremos una de las mejores zonas de Barna, el Eixample Esquerra es de lo mejor de esta ciudad. Para los amantes del falso lujo, los estetas del ghetto y los que necesiten quedar deslumbrados por un vistoso mundo de fantasía y destellos, este puede llegar a ser su sitio. Nos encontramos un miércoles a la una de la madrugada con un pub abierto en una esquina. Me recuerda a los locales de UK y Alemania, donde aprovechan el ángulo para poner las entradas de los bares. Nos reciben dos hombres uniformados elegantemente, nos saludan, nos abren la puerta y nos desean que lo pasemos bien con una sonrisa tan franca que todavía me quedo de piedra con sólo recordarlo. El People's tiene una decoración aparentemente austera, pero no es así: las luces vienen de unas impresionantes arañas de cristal suspendidas en el techo, una enorme barra en forma de riñón ocupa el centro del pub y todos los sofás se ubican alrededor. Fotos de iconos, musicales y varias curiosidades aparecen cuidadosamente enmarcadas a lo largo y ancho del People's. Si el camarero no va muy atareado y ve que entras te pregunta donde desearías sentarte o intenta conseguirte un buen sitio para que estés tranquilo. La mayoría de la gente son pareja, todos impecables. Suele tratarse de personas mayores de 30 y abundan los de media edad, por lo que el sitio es tranquilo aunque pueda llegar a estar muy concurrido.

La música se encuentra entre lo más variado de la New Wave, los 50's y algo de la movida y otros sucedáneos. Nadie está pendiente de nadie, los sofás son más que cómodos, el servicio eficiente y cordial... no hay palabras. Sorprende, sí. Es el lugar ideal donde terminar la noche si se quiere hacer la última copa con tranquilidad y en buena compañía. A mí me parece la mezcla perfecta entre el Studio 54 y el piano bar de un hotel de lujo. La bola setentera de cristales no falta y las luces giran en círculo. Hemos estado en dos ocasiones, en la segunda incluso había un evento especial llamado la fiesta de blanco en la que todos los asistentes no vestían nada más que de blanco impoluto, luciendo orgullosos el look marinero del anuncio de Jean Paul Gaultier, el traje de Tony Manero o la imagen más rompedora del último álbum de Fangoria. Todo con mucho estilo y naturalidad.

En cuanto a los licores, decir que ha sido el único local de Barcelona en el que te sirven un Martini con la aceituna y en su copa correspondiente, como tendría que ser. Lo cual demuestra que las formas las cuidan y que defienden lo que es el buen beber. Que así siga y gracias por dos veladas inolvidables. Salud.


lunes, 28 de julio de 2008

Shanghai

Nombre: Shanghai.
Zona: Distrito Orwell.
Dirección: Carrer Aglà núm. 5.
Acceso: Metro L3, Liceu.

Horario: de 21:00h. a 02:00h.
Happy hour: En principio no.
Especialidad: Atender con mala hostia.
Precio consumiciones: Encima caro.

Ambiente: Solo estábamos nosotros y una pareja de lesbianas al fondo.


Impresiones:

Ésta es la vergüenza del Distrito Orwell. Un intento de imitar el estilo Shanghai con una pedazo tubería industrial en el techo.

Las lámparas parecen estufas. Todo es de colores rojos y hace un frío que te cagas.
Te quedas encajonado, sintiendo que has hecho el primo puliendote la pasta en un sitio como ese.
El sitio en sí es tan cómodo como llevar un erizo en los gallumbos.

Seguimos sospechando que nos sirvieron garrafón del guarro, las etiquetas no decían la verdad.

La camarera es una australiana de Melbourne con aspecto de tener la regla cada día, nos sirvió con toda la mala hostia del mundo algo que nos destruyó la flora intestinal. Parece ser que le dimos pena cuando protestamos por la poca cantidad que vertió en el vaso de tubo. Todavía no sabíamos que era lejía, y le agradecimos que añadiera un poco más, pero no nos esperábamos que nos dijera que lo hacía porque éramos de clase obrera.

Al día siguiente, Smoboda llamaría para darse de baja del sindicato. Dex Death todavía sigue en tratamiento psicológico por el trauma.

La bruja que había emigrado en busca de la Visa Oro de algún cincuentón, nos había dado un mejunge como quien quiere matar escarabajos.
Su trato despectivo, su prepotencia, su cara de mala hostia, y un local tan mierda, hacen que consideremos seriamente cuestionarmos la posibilidad de que si hubiéramos podido entrar en el Buda Bar, éste fuera el peor sitio hasta la fecha.

Desde entonces siempre pasamos de largo. No fun.

Hook

Nombre: Hook

Zona: Distrito Orwell
Dirección: -
Acceso: Metro L3, Drassanes

Horario: hasta las 03:00h.
Happy hour: no tiene
Especialidad: Ron
Precio consumiciones: moderado
Ambiente: Parejas / Conspiradores paranoides / Guiris / Estudiantes que no estudian / Fans de Jack Sparrow


Impresión:

Abordaje. Entrar ahí es pisar fuerte sabiendo que puedes salir doblado.

El botín consiste en viejas botellas de ron. Mapas y viejas glorias de la piratería cuelgan de todas partes. Estamos a escasos metros de los muelles, y no podía existir un lugar que lo definiera mejor.

Sentirse corsario hoy en día es auténtico placer prohibido. Sentarse todos en grupo a la luz de una vela hablando de lugares remotos, una experiencia difícil de encontrar.

Por un momento te olvidas de todos los turistas y pones atención a las grandes maquetas de barcos y veleros. Los viejos lobos de mar se quedan en el camarote bebiendo hasta altas horas de la noche.

Ahí podemos disfrutar de bebidas llegadas de los siete mares, rones, cervezas, y extraños brebajes con leche.

El océano aliado al infierno.

Camareros con parche, pañuelo en la cabeza y tricornio sirven grandes jarras al resto de la tripulación. El Oscuro Pasajero bebe por mí.

Todo es viejo, los catalejos, brújulas y otros utensilios, capaces de medir la gradación con la que nos enfrentamos, sin embargo es muy fácil perder las coordenadas.

A menudo, nos da la sensación de que debajo de los tablones de madera se esconde el tesoro del capitán Kid.

El día que me quede cojo, ya no me moveré de ahí.

Anteriormente, el capitán Hook y Campanilla atendían a los adolescentes con el síndrome de Peter Pan. Pero a uno se lo comerían los cocodrilos, y la otra estaba harta de que le tocaran las campanas, y tras algún motín sangriento, la bandera de la calavera y las tibias cruzadas acabaron presidiendo el local.

La libertad, más preciosa que el oro.

Por experiencia propia, hemos pasado mucho tiempo bebiendo ahí, al final de nuestras rutas salvajes. Lo mejor, que nos ponían música de los años veinte, y que todo era perfecto. No nos importaba estar en alta mar.

Ni se os ocurra perdéroslo.

Buda Bar

Nombre: Buda Bar (también conocido como El Puta).
Zona: Ninguna zona quiere saber nada de él.
Dirección: Pau Claris.
Acceso: ¿Todavía tienes ganas? No me jodas.

Happy hour: Son demasiado exclusivos para eso.
Especialidad: Romper los cojones.
Precio consumiciones: Un huevo y parte del otro.


Ambiente: Pijo-lounge / yuppie.






Impresión:


¿Verdad que no estáis en la lista?
Pues olvidaros de entrar.


Pagan a dos culturistas a los que solo les importa la deformación de sus deltoides para que no entres. Tu eres chusma, y cualquiera que no encaje.


Big White World.


Diez minutos después, todavía no nos dejaban pasar. Habíamos recorrido toda la ciudad de una punta a otra para que nos trataran como si fuéramos de Servicios Sociales. Bastante ingrato.


Dentro de tres años nosotros estaremos bastante alcoholizados, pero seremos buenos críticos, y ellos serán gordos con tetas, y a parte de no encontrar trabajo, tendrán que soportar su terrible alopecia.


Por desgracia, tampoco podremos darles nuestro hígado cuando los suyos revienten de tantos esteroides. Es el coste humano de dedicarse a explorar los distintos bares con tanto entusiasmo.


No podremos ayudarles, de la misma forma que ellos nos nos permitieron hacer nuestro trabajo.

domingo, 27 de julio de 2008

La Rosa

Nombre: La Rosa
Zona: Distrito Orwell
Dirección: Rauric, 23
Acceso: L3 Liceu
Horario: 19:30h. a 2:00h./fines de semana hasta las 3:00h.
Happy hour: Hasta las 23:00h.
Especialidad: recomendamos el Long Island Iced Tea.
Precio consumiciones: 6.-€ .
Ambiente: Parece las Naciones Unidas.

Impresión: Las cortinas como si fueran un telón de una obra de Garrick, el espejo circular, las paredes parecen tapizadas de rojo burdel, como si se tratara de un prostíbulo aterciopelado o la habitación de un salón victoriano. En el altillo ya te encuentras con dos dragones chinos dorados flanquenado el baúl de una cantante de ópera que se embarcó en el Shanghai de los boleros y los años treinta. La lámpara, una araña donde las luces que penden parecen gotear le da a todo un tono mortecino es el mejor momento para dejarse embargar por las ideas que el local sugiere. Pocos lugares tienen una estética tan bien estudiada. Las máscaras que están colgadas de la otra pared observan distantes como bufones coronados por los elogios. Porque la vida es un gran teatro y a veces se encuentra bajo un techo pintado de rosas en mitad de un cruce, como las grandes decisiones de nuestra vida.
Normalmente uno sólo se encuentra con este sitio por casualidad, bajando por Rauric o metiéndose de lleno por la calleja que hay pasada la Plaça Reial, hasta el corazón del distrito Orwell. Este es uno de los lugares más discretos y encantadores de todo Barcelona, porque en un área donde lo que abunda es el turismo de masa, resulta sorprendente trasladarse a un espacio tan íntimo donde uno pueda tomarse algo con calma o disfrutar de una buena conversación. Incluso a altas horas de la noche, cuando el local queda desbordado de gente, esa magia no queda rota.

La Rosa es un lugar al que siempre se vuelve. Hay flores marchitas, junto velas deshechas, espejos que reflejan cuadros oscurecidos en un desorden perfecto, donde todos los elementos pertenecen a un pasado de nadie, y a la vez parecen explicar una historia evidente. Vale la pena dejar que nuestra vista vague alrededor de los distintos elementos decorativos y mirad como baja una de las calles más antiguas de la ciudad de Barcelona a través de esa gran ventana, que es el mejor sitio donde dejarse caer a media tarde con la compañía de un buen libro mientras tomáis un combinado a mitad de precio. Hacia medianoche y bajo las luces de las candelas así como de la lámpara colgante, podríais encontraros en un lugar mágico, un cuarto donde se reunen fantasmas decimonómicos para celebrar un baile como los de antaño donde no permiten intrusos. El edificio es antiguo y uno no puede evitar preguntarse qué cosas pudieron acontecer varios siglos atrás. Unos imaginan y los extranjeros beben mojitos, lo cual no deja de ser una auténtica estupidez cuando ves que los combinados los están preparando con fruta natural cosa que normalmente no ocurre en Barna, por lo que es una pena perderse precisamente una de las pocas ocasiones que se tienen para saborear unos cócteles excelentes y servidos con generosidad a un precio irrisorio pidiendo un simple mojito. Aconsejo pedir otras cosas, o simplemente preguntar por el cóctel del día, el personal es más que atento, y la impresión que uno se lleva es que realmente a uno lo quieran cuidar.
Esta minúscula Babel que atrae por sus numerosos detalles, no deja de ser un punto de encuentro entre la fauna fugaz de una ciudad de paso como es ésta. Si por la tarde es un remanso de paz, por la noche el ambiente es descaradamente cosmopolita. La música suena desde que se han abierto las puertas, y depende del día prevalece un estilo según la selección hayan escogido al efecto, pero en general el criterio es bueno. Así que recomiendo una visita a La Rosa, aunque sea para tomar una copa o quedar con alguien.

Y mientras disfrutáis mirando las flores pintadas en el techo, pensad en atreveros a seguir bajando por Escudellers y adentraros más en el distrito Orwell.


sábado, 26 de julio de 2008

Groucho


Nombre: Groucho.
Zona: Tallers/Fascination street.
Dirección:
Acceso: M: L3, L1/Renfe Rodalies/Ferrocarrils.

Horario: Abren y cierran cuando les da la puñetera gana.
Happy hour: No puede haber hora feliz ahí dentro.
Especialidad: Joder al prójimo.
Precio consumiciones: 1€ lo que interesa(?¿), lo demás jodidamente caro.

Ambiente: Pringados/Los que pringamos/Masocas dispuestos a joderse el hígado.

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El marxismo siempre fue un fracaso desde que dejaron que Groucho se pintara el bigote más cutre de la historia del celuloide. Y esto era lo mejor, es decir, el nombre del sitio: El resto es una auténtica moñiga colocada estratégicamente en mitad de la calle Tallers expresamente para joder.
El otro día un grupo de tres niñas ingenuas (evidentemente no eran de Barna) me preguntaron cómo se podía llegar ahí.
Queréis morir, me imagino. (respuesta instantánea, como el café soluble). Les aconsejé el Valhalla, local que mi compañero Dex Death ya se ha encargado muy amablemente de destrozar (y se lo merecen) en una entrada anterior.
Nota mental, de todas las zonas de fiesta, que quede claro ésta es la más floja. Normalmente siempre se empieza por ahí, porque queda por el centro y los propietarios SABEN que siempre habrá incautos que entren de pardillos, por lo que no pasa nada si se cometen homicidios en primer grado dado el estado del garrafón, porque después de estar oliendo meados a lo largo de toda la puta calle lo peor que te puede pasar es meterte en el jodido Groucho: Los colores de las paredes ya hacen que salgas por donde has venido. Hay unas escaleras donde bajas y un negro gilipollas que te mira con cara de odio y te pregunta qué cojones quieres. Te miras la carta de chupitos donde la mitad de los nombres están en clave porno y si tienes huevos le dices al negro que quieres un orgasmo o una mamada. El antro se llena de flipados que quieren emborracharse en cinco minutos porque van fatal de pasta y los venenos van a euro. Pagar para sufrir. Las mezclas llevan hechas desde que se abrió el local y el negro va bastante colocado así que no tocarle demasiado las pelotas porque además es violento.

Si no has salido hostiado del local lo más seguro es que no te apetezca subir al piso de arriba donde apenas puedes moverte y todo el mundo queda como medio empotrado entre tanta silla y tanta mesa.

Evidentemente la mitad de la gente es de fuera, la otra son adolescentes con más granos que pote que han ido a tomar chupitos después de estar mirando videoclips chungos en la zona de fumadores del Valhala. Nunca hubo una conversación interesante en este local. El resacón es seguro y la máquina de condones no funciona. Ni en esta ni en ningún otro local en toda la calle.

lunes, 21 de julio de 2008

Valhalla



Nombre: Valhalla
Zona: Centro, Plaza Catalunya
Dirección: C/ Tallers, nº 68
Acceso: Metro L1 y L3, Plaza Catalunya/Universitat

Horario: A partir de las 20:00h.
Happy hour: Domingos de 20:00h. a 22:00h.
Especialidad: -
Precio consumiciones: Excesivo



Ambiente: Heavy / Gótico / Black







Ladies and Gentlemen, éste es el Típico Bar Heavy.

Tiene una entrada muy bonita (cutre) que simula la puerta de una cueva, con rocas y tal... muy bien estudiado el asunto, un aplauso para el diseñador.


Te encuentras dentro a toda la gente que se ha pasado la tarde comprando y comprando en la calle Tallers, y que todavía no sabe dónde cojones meterse a cenar antes de acabar muriendo en Metal Zone o alguna guarrada por el estilo. La música es igual de asquerosa que el sitio en sí. Viene a ser lo mismo que sonaría en la MTV Goth si ésta existiera, o, por decirlo más fácil, lo mismo que suena en las tiendas de ropa góticas, las discotecas góticas, y las habitaciones góticas de las adolescentes góticas.

Eso sí, de vez en cuando montan unos conciertos muy guays, que le hacen desear a uno que vuelvan a poner la música gótica.


Carecen de gran parte de los licores necesarios para hacer un cóctel decente, carecen de buen servicio, y por supuesto, los lavabos carecen de media hora de limpieza mensual.


La zona de fumadores es igual de grande que el lavabo. Hay cuatro o cinco mesas mal puestas rodeadas por un sofá que estoy seguro que nadie estaría dispuesto a lamer.
Eso sí, se puede fumar. Demos las gracias.

Para abreviar, os diré que la sala de no-fumadores-sólo-cocainómanos es igual, pero más grande.

Los precios son excesivamente altos, ahora mismo soy incapaz de recordar una cifra, pero seguro que una cerveza no valía menos de tres euros. Así que, por alguna extraña razón, parece ser que la gente que se mete en ese sitio no tiene dinero para champú, pero si para birras a esos precios.

Por favor, ¡que alguien abra pronto un bar para gente con cerebro!

Tres estrellas en aforo y horario.
Dos estrellas en relación calidad-precio.
Una estrella en comodidad, música y ambiente.
Cinco estrellas en ubicación

viernes, 11 de julio de 2008

Club Fellini

Nombre: Club Fellini
Zona: Centro
Dirección: Las Ramblas, 27

Horario: 00:00h. – 05:00h.
Happy hour: -
Especialidad: -
Precio consumiciones: 8-9 €

Ambiente: Pijo/guiri/popy/gay



Este club/discoteca está situado más o menos a la mitad de la Rambla, y es el nido perfecto para pijos y guiris que no tienen donde meterse un día laborable a las 3 de la madrugada.

Tiene dos salas, a cada cuál peor.

La sala grande (en la que hay que destacar que no se puede fumar) está situada en el piso de abajo, y está extrañamente llena de gente.
Hay un guardarropa enorme que nadie usa (un euro y medio por dejar un bolso me sigue pareciendo una barbaridad), un lavabo muy bien escondido (tienes que atravesar toda la discoteca, girar cincuenta esquinas y abrir dos puertas) y un Dj al que se le da muy bien usar el Windows Media Player.

Lo que suena es una especie de techno/electro/house, o eso intentan.

La sala de arriba es la mejor, todo un paraíso, sobretodo si eres una cucaracha.
La música es el popy mas aburrido que he escuchado nunca, está igual de llena que la sala grande (pero no llega a la mitad del tamaño de ésta), y te puedes encontrar tanto con pijos popys, como con guiris, o incluso un travestí tomando una copa en la barra y saludando a todo el mundo como si fuera la reina de la noche.

Lo único que le encontré de bueno al sitio, es que arriba tienen también una sala con mesas y sofás, donde te puedes tomar una copa tranquilamente y charlar sin que te exploten los tímpanos o te quedes afónico.
Pero tío, para eso vete a tu casa.

Supongo que lo único que salva a ese sitio, es que es una de las pocas opciones que tiene uno para salir de fiesta un miércoles por la noche, pero no me parece un buen plan meterse en una discoteca horrorosamente aburrida a pagar 9 euros por una copa vomitiva que tarda treinta minutos en llegar.

Tres estrellas en comodidad y aforo.
Dos estrellas en relación calidad/precio.
Una estrella en música y ambiente.
Cinco estrellas en ubicación.

Sugar Bar

Nombre: Sugar Bar
Zona: Distrito Orwell
Dirección: C/ Rauric nº21
Acceso: Metro L3, Liceu


Horario: 20:00h. – 03:00h.
Happy hour: 20:00h. – 23:00h.
Especialidad: Mojitos y Caipirinhas
Precio consumiciones: Razonable
Capacidad: Local pequeño




Este pequeño bar, situado en el distrito Orwell, presume de tener los mejores mojitos de la ciudad.


“La música se bebe a los amigos” [...] Alguien debería revisar ese flyer.

Es un buen sitio para empezar la noche, porque empieza a ser asfixiante una vez termina la happy hour.

Tiene una happy hour acojonante, mi socio y yo pudimos disfrutar de dos cubalibres delirantemente buenos por la friolera de cinco euros, aunque no nos hubiera importado pagar el triple.
El sitio es cuanto menos especial, es como el Barrio Rojo de Amsterdam en miniatura;
Predomina indudablemente el color rojo y la débil iluminación, un magnífico ejemplo de que la cromática es una buena estrategia comercial, a no ser que se le quiera buscar un significado más profundo.

Una pequeña barra, dos o tres mesas altas con taburetes, y un rincón con millones de cojines rojos de peluche y terciopelo gastado, en los que te puedes tumbar mientras te tomas una copa y ves la calle a través de una ventana.

Si los comerciales de tabaco y bebidas alcohólicas usaran maniquís, seguro que contratarían a un par de chicas monas para que se tumbaran ahí mientras se beben un Absolut con lima y se fuman un Nobel.
La publicidad sería devastadora y atractivamente efectiva.



Ves y eres visto como a través de una pantalla de TV.



La música es una especie de random electro-pop, comercial y moderno, pero crea un buen ambiente. Y la camarera es todo lo simpática que se puede ser con dos tios con nuestra pinta.
Da la sensación de que la próxima película porno de Rocco Sifredi vaya a rodarse ahí.



Paralelamente, me juego el cuello a que si Dita Von Tesse tuviera que escoger un bar donde emobrracharse en Barcelona, sería el Sugar Bar.


Es, seguramente, uno de los locales más tranquilos donde tomar la primera, segunda, o como máximo la tercera copa de la noche.


En definitiva, cinco estrellas en ambiente, estética, servicio, relación calidad/precio y comodidad.
Tres estrellas en aforo, horario y música


A fun place to hang out before clubbing.