Declaración de intenciones

No hay intenciones: Este es nuestro recorrido salvaje hasta que vemos brillar el sol, nuestro crimen y castigo nos obliga a confesar lo que está ocurriendo en Barcelona, porque realmente algo está pasando. Nuestra experiencia cabalgando por los distintos bares de la ciudad ha sido fulminante. Ahora juzgamos y sentenciamos. Decimos qué sitios son los buenos, y cuáles son una puta mierda.
Convenceros de que para ser alternativo, hay que buscarse las alternativas.

Good luck.

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viernes, 11 de julio de 2008

Club Fellini

Nombre: Club Fellini
Zona: Centro
Dirección: Las Ramblas, 27

Horario: 00:00h. – 05:00h.
Happy hour: -
Especialidad: -
Precio consumiciones: 8-9 €

Ambiente: Pijo/guiri/popy/gay



Este club/discoteca está situado más o menos a la mitad de la Rambla, y es el nido perfecto para pijos y guiris que no tienen donde meterse un día laborable a las 3 de la madrugada.

Tiene dos salas, a cada cuál peor.

La sala grande (en la que hay que destacar que no se puede fumar) está situada en el piso de abajo, y está extrañamente llena de gente.
Hay un guardarropa enorme que nadie usa (un euro y medio por dejar un bolso me sigue pareciendo una barbaridad), un lavabo muy bien escondido (tienes que atravesar toda la discoteca, girar cincuenta esquinas y abrir dos puertas) y un Dj al que se le da muy bien usar el Windows Media Player.

Lo que suena es una especie de techno/electro/house, o eso intentan.

La sala de arriba es la mejor, todo un paraíso, sobretodo si eres una cucaracha.
La música es el popy mas aburrido que he escuchado nunca, está igual de llena que la sala grande (pero no llega a la mitad del tamaño de ésta), y te puedes encontrar tanto con pijos popys, como con guiris, o incluso un travestí tomando una copa en la barra y saludando a todo el mundo como si fuera la reina de la noche.

Lo único que le encontré de bueno al sitio, es que arriba tienen también una sala con mesas y sofás, donde te puedes tomar una copa tranquilamente y charlar sin que te exploten los tímpanos o te quedes afónico.
Pero tío, para eso vete a tu casa.

Supongo que lo único que salva a ese sitio, es que es una de las pocas opciones que tiene uno para salir de fiesta un miércoles por la noche, pero no me parece un buen plan meterse en una discoteca horrorosamente aburrida a pagar 9 euros por una copa vomitiva que tarda treinta minutos en llegar.

Tres estrellas en comodidad y aforo.
Dos estrellas en relación calidad/precio.
Una estrella en música y ambiente.
Cinco estrellas en ubicación.

1 comentario:

Nihm Smoboda dijo...

La próxima vez entramos al local de al lado, que almenos hay showgirls.