Declaración de intenciones

No hay intenciones: Este es nuestro recorrido salvaje hasta que vemos brillar el sol, nuestro crimen y castigo nos obliga a confesar lo que está ocurriendo en Barcelona, porque realmente algo está pasando. Nuestra experiencia cabalgando por los distintos bares de la ciudad ha sido fulminante. Ahora juzgamos y sentenciamos. Decimos qué sitios son los buenos, y cuáles son una puta mierda.
Convenceros de que para ser alternativo, hay que buscarse las alternativas.

Good luck.

**********************************************


lunes, 28 de julio de 2008

Shanghai

Nombre: Shanghai.
Zona: Distrito Orwell.
Dirección: Carrer Aglà núm. 5.
Acceso: Metro L3, Liceu.

Horario: de 21:00h. a 02:00h.
Happy hour: En principio no.
Especialidad: Atender con mala hostia.
Precio consumiciones: Encima caro.

Ambiente: Solo estábamos nosotros y una pareja de lesbianas al fondo.


Impresiones:

Ésta es la vergüenza del Distrito Orwell. Un intento de imitar el estilo Shanghai con una pedazo tubería industrial en el techo.

Las lámparas parecen estufas. Todo es de colores rojos y hace un frío que te cagas.
Te quedas encajonado, sintiendo que has hecho el primo puliendote la pasta en un sitio como ese.
El sitio en sí es tan cómodo como llevar un erizo en los gallumbos.

Seguimos sospechando que nos sirvieron garrafón del guarro, las etiquetas no decían la verdad.

La camarera es una australiana de Melbourne con aspecto de tener la regla cada día, nos sirvió con toda la mala hostia del mundo algo que nos destruyó la flora intestinal. Parece ser que le dimos pena cuando protestamos por la poca cantidad que vertió en el vaso de tubo. Todavía no sabíamos que era lejía, y le agradecimos que añadiera un poco más, pero no nos esperábamos que nos dijera que lo hacía porque éramos de clase obrera.

Al día siguiente, Smoboda llamaría para darse de baja del sindicato. Dex Death todavía sigue en tratamiento psicológico por el trauma.

La bruja que había emigrado en busca de la Visa Oro de algún cincuentón, nos había dado un mejunge como quien quiere matar escarabajos.
Su trato despectivo, su prepotencia, su cara de mala hostia, y un local tan mierda, hacen que consideremos seriamente cuestionarmos la posibilidad de que si hubiéramos podido entrar en el Buda Bar, éste fuera el peor sitio hasta la fecha.

Desde entonces siempre pasamos de largo. No fun.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El otro día pasé enfrente de este bar y lo han pintado todo de blanco!!
Besos baristas!

Nihm Smoboda dijo...

Porque son la leche,como no.
Igual de malos.

Anónimo dijo...

Jo, pues yo siempre que he ido me han tratado super bien, aunque no estaba la camarera esa que dices...

Lo de frío tienes razón (y calor en verano), pero la verdad es que ni lo encuentro caro, ni nos sirvieron garrafón...

Para mí, lo peor es el baño, que hubiese sido gracioso que lo describieses, porque da puta pena...

Anónimo dijo...

Yo me pasé por allí un sábado y me la pasé pipa!!!!