Declaración de intenciones

No hay intenciones: Este es nuestro recorrido salvaje hasta que vemos brillar el sol, nuestro crimen y castigo nos obliga a confesar lo que está ocurriendo en Barcelona, porque realmente algo está pasando. Nuestra experiencia cabalgando por los distintos bares de la ciudad ha sido fulminante. Ahora juzgamos y sentenciamos. Decimos qué sitios son los buenos, y cuáles son una puta mierda.
Convenceros de que para ser alternativo, hay que buscarse las alternativas.

Good luck.

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viernes, 11 de julio de 2008

Sugar Bar

Nombre: Sugar Bar
Zona: Distrito Orwell
Dirección: C/ Rauric nº21
Acceso: Metro L3, Liceu


Horario: 20:00h. – 03:00h.
Happy hour: 20:00h. – 23:00h.
Especialidad: Mojitos y Caipirinhas
Precio consumiciones: Razonable
Capacidad: Local pequeño




Este pequeño bar, situado en el distrito Orwell, presume de tener los mejores mojitos de la ciudad.


“La música se bebe a los amigos” [...] Alguien debería revisar ese flyer.

Es un buen sitio para empezar la noche, porque empieza a ser asfixiante una vez termina la happy hour.

Tiene una happy hour acojonante, mi socio y yo pudimos disfrutar de dos cubalibres delirantemente buenos por la friolera de cinco euros, aunque no nos hubiera importado pagar el triple.
El sitio es cuanto menos especial, es como el Barrio Rojo de Amsterdam en miniatura;
Predomina indudablemente el color rojo y la débil iluminación, un magnífico ejemplo de que la cromática es una buena estrategia comercial, a no ser que se le quiera buscar un significado más profundo.

Una pequeña barra, dos o tres mesas altas con taburetes, y un rincón con millones de cojines rojos de peluche y terciopelo gastado, en los que te puedes tumbar mientras te tomas una copa y ves la calle a través de una ventana.

Si los comerciales de tabaco y bebidas alcohólicas usaran maniquís, seguro que contratarían a un par de chicas monas para que se tumbaran ahí mientras se beben un Absolut con lima y se fuman un Nobel.
La publicidad sería devastadora y atractivamente efectiva.



Ves y eres visto como a través de una pantalla de TV.



La música es una especie de random electro-pop, comercial y moderno, pero crea un buen ambiente. Y la camarera es todo lo simpática que se puede ser con dos tios con nuestra pinta.
Da la sensación de que la próxima película porno de Rocco Sifredi vaya a rodarse ahí.



Paralelamente, me juego el cuello a que si Dita Von Tesse tuviera que escoger un bar donde emobrracharse en Barcelona, sería el Sugar Bar.


Es, seguramente, uno de los locales más tranquilos donde tomar la primera, segunda, o como máximo la tercera copa de la noche.


En definitiva, cinco estrellas en ambiente, estética, servicio, relación calidad/precio y comodidad.
Tres estrellas en aforo, horario y música


A fun place to hang out before clubbing.

1 comentario:

ANA dijo...

Este ya parece otra cosa. Vaya, vaya con vuestro blog, sacrificada vuestra forma de conseguir información para mantenernos informados de los mejores y peores lugares de la ciudad, según vosotros, algún día me apunto a trabajar con vosotros, jajajajaa. Saludos.