
Zona: Distrito Orwell
Dirección: Rauric, 23
Acceso: L3 Liceu
Horario: 19:30h. a 2:00h./fines de semana hasta las 3:00h.
Happy hour: Hasta las 23:00h.
Especialidad: recomendamos el Long Island Iced Tea.
Precio consumiciones: 6.-€ .
Ambiente: Parece las Naciones Unidas.
Impresión: Las cortinas como si fueran un telón de una obra de Garrick, el espejo circular, las paredes parecen tapizadas de rojo burdel, como si se tratara de un prostíbulo aterciopelado o la habitación de un salón victoriano. En el altillo ya te encuentras con dos dragones chinos dorados flanquenado el baúl de una cantante de ópera que se embarcó en el Shanghai de los boleros y los años treinta. La lámpara, una araña donde las luces que penden parecen gotear le da a todo un tono mortecino es el mejor momento para dejarse embargar por las ideas que el local sugiere. Pocos lugares tienen una estética tan bien estudiada. Las máscaras que están colgadas de la otra pared observan distantes como bufones coronados por los elogios. Porque la vida es un gran teatro y a veces se encuentra bajo un techo pintado de rosas en mitad de un cruce, como las grandes decisiones de nuestra vida.
Normalmente uno sólo se encuentra con este sitio por casualidad, bajando por Rauric o metiéndose de lleno por la calleja que hay pasada la Plaça Reial, hasta el corazón del distrito Orwell. Este es uno de los lugares más discretos y encantadores de todo Barcelona, porque en un área donde lo que abunda es el turismo de masa, resulta sorprendente trasladarse a un espacio tan íntimo donde uno pueda tomarse algo con calma o disfrutar de una buena conversación. Incluso a altas horas de la noche, cuando el local queda desbordado de gente, esa magia no queda rota.

Esta minúscula Babel que atrae por sus numerosos detalles, no deja de ser un punto de encuentro entre la fauna fugaz de una ciudad de paso como es ésta. Si por la tarde es un remanso de paz, por la noche el ambiente es descaradamente cosmopolita. La música suena desde que se han abierto las puertas, y depende del día prevalece un estilo según la selección hayan escogido al efecto, pero en general el criterio es bueno. Así que recomiendo una visita a La Rosa, aunque sea para tomar una copa o quedar con alguien.
Y mientras disfrutáis mirando las flores pintadas en el techo, pensad en atreveros a seguir bajando por Escudellers y adentraros más en el distrito Orwell.

1 comentario:
El mejor bar de barcelona
Los cocktails con fruta natural son una pasada, me encanta el sitio!
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